Las mujeres soviéticas en el aire

Lilia Litvak

 

Por Gizmo

Las fuerzas armadas soviéticas fueron las únicas en contar con mujeres entre las filas de primera línea. En concreto las fuerzas aéreas... Unas mil mujeres volaron cazas de Yakolev (586 regimiento de cazas), bombarderos (el llamado tanque volante Il-2 Sturmovick o el Pe-2), y el más condecorado regimiento femenino, el 588, o Brujas de la Noche.

Los soviéticos llamaron a Lilia Litviak La Rosa Blanca de Stalingrado . Y esto no era debido a su belleza rubia, de tez blanca y azules ojos... sino a sus DOCE derribos (se consideraba as a un piloto a partir del quinto derribo).

En 1942 había 3 regimientos aéreos formados exclusivamente por mujeres. Eran el 586, el 5887 y el 588. El 588, de bombardeo nocturno, era conocido como Las Brujas de la Noche , y estaba equipado con... ¡¡un biplano de entrenamiento básico y de barata construcción diseñado en 1927!! Estaban equipadas con el maniobrero PO-2, diseñado por Polikarpov, con una velocidad máxima de 130km/h. En el transcurso de la guerra hicieron al menos 24000 salidas. Sus bajas, como es de esperar, fueron elevadas... y 23 de los 30 de los nombramientos a mujeres como Héroes de la Unión Soviética fueron para esta unidad.

Bibliografía:

Grandes épocas de la aviación: Las Fuerzas Aéreas Soviéticas II , Russell Miller, Ediciones Folio.

 

Contrariamente a lo que suelo hacer, estas historias no las voy a relatar yo, simplemente os pongo un artículo escrito por otras persona, aparecen sus nombre y apellido

 

BRUJAS DE LA NOCHE: PESADILLA ALEMANA

Grupo de mujeres piloto soviéticas.


Una sola de ellas, Lily Litvak, después conocida como 'Rosa Blanca de Stalingrado' derribó 12 temibles Messerschmitts. Esta es la historia

Por NILDA NAVARRETE / CORRESPONSAL EN CENTROEUROPA/ Grupo Reforma

Praga, República Checa.- (31 marzo 2001).- Brujas de la noche

(1/Abril/2001) A pesar de la rica historia de mujeres estadounidenses y alemanas en la aviación militar, ninguna ha podido igualarse a la de las pilotos rusas.

En Estados Unidos se comenzó a entrenar mujeres para el combate aéreo apenas en 1993 y los alemanes las utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial como pilotos de prueba, pero siempre con un estatus civil. Las rusas, sin embargo, combatían a los nazis en sus anticuados aviones en 1942.

Los alemanes les temían más que a los hombres, por eso las bautizaron como "Nachthexen" (Brujas de la Noche). Pero eso fue después, porque, al principio, la discriminación por razones de sexo fue tan grande que los pilotos rusos se negaban a volar con ellas o en aviones que habían sido reparados por mecánicos mujeres. Por su valor y destreza, cientos obtuvieron órdenes y medallas, 29 alcanzaron el título de Héroes de la entonces Unión Soviética y 23 de ellas formaron el grupo de Brujas de la Noche. Hoy en día viven humildemente con sus exiguas pensiones y se conforman con soñar que sus nietas puedan algún día igualar sus hazañas.

Ahora la mayoría ha muerto, pero las Brujas de la Noche siguen siendo inspiración de muchas mujeres jóvenes, que hoy surcan los cielos del mundo en aviones sofisticados y no pueden entender cómo sus abuelas pudieron hacer maravillas con aquellos aviones tan precarios. Todas las flores del mundo no alcanzarían para agradecerles su valor.

Adolescentes que se transforman en mujeres

La historia de estas mujeres comenzó cuando la Unión Soviética fue invadida sorpresivamente por la Alemania nazi el 22 de junio de 1941. Las pocas fuerzas aéreas que había entonces fueron prácticamente destruidas por la aviación alemana y al llamado militar acudieron miles de chicos y chicas que pertenecían a clubes de aviación paramilitares. Muchos no pasaban de los 17 años, pero tenían más experiencias de vuelo que algunos pilotos militares reales. El escritor estadounidense Bruce Myles, quien escribió hace poco el libro "Brujas de la Noche", cuenta que al inicio los oficiales rechazaban a todas las muchachas con estas palabras: "Las cosas van mal, pero no estamos tan desesperados como para enviar a una chica a la guerra. Vaya a su casa y ayude a su madre".

Pero las reclutas no se dieron por vencidas y cuando tras la brutal ofensiva alemana los recursos humanos militares comenzaron a escasear, las jóvenes rusas fueron llamadas a las filas. Así nacieron tres regimientos femeninos en la aviación rusa. Para seleccionarlas se escogió a la veterana Marina Raskova, quien en 1938 había protagonizado junto con Jacqueline Cochran y Nancy Love, la hazaña de pilotar el primer vuelo sin escala más largo de la historia Rusa (6 mil kilómetros) desde Moscú hasta la región de Komsomolsk-on-Amur, en Siberia. Cuentan que su avión congelado perdía altura cuando Raskova comenzó a tirar todo lo que pudo, pero al comprender que no llegaría a una pista se lanzó en paracaídas. El vuelo llegó y a ella la encontraron casi helada. Regresó a Moscú y en 1941 era mayor de las Fuerzas Aéreas Soviéticas. Durante los interrogatorios a las voluntarias, Raskova les preguntaba: ¿"No tienes miedo de que en el otro bando te disparen y te maten?" A lo que las chicas contestaban: "No me matarán si yo disparo primero".

En octubre de 1941 las jóvenes comenzaron a entrenar en una base cerca del entonces Stalingrado, hoy Petrogrado. La primera tarea fue coger hilo y agujas y reducir los uniformes confeccionados para sus compatriotas hombres, mucho más corpulentos y altos. Los cintos les daban varias vueltas en la cintura y tuvieron que rellenar las botas con papel periódico. El trago más amargo fue cortarse el pelo. El comandante del batallón consideró que no parecían soldados, les ordenó cortarse el pelo y dejarse "no más de 2 pulgadas". Para la mujer rusa el pelo es su orgullo. En algunas regiones del país la tradición es no cortarse el pelo nunca y llevarlo por debajo de la cintura, así que hubo lágrimas y tristeza en ese momento.

Katya Ryabova y Nadyz Popova

Después de seis meses de entrenamiento, una de las unidades estacionada al norte del río Volga entró en combate. Veinte bombarderos alemanes se acercaban. Todas estaban nerviosas, no había luna y tuvieron que guiarse por instrumentos. La guía del escuadrón decidió atacar desde arriba y los bombarderos alemanes, pensando que había muchos aviones, descargaron sus bombas y regresaron. Otro grupo también ideó una nueva estrategia para lidiar con los "Messerchmidts" alemanes. Volar en grupos de tres y en círculo para distraer la atención mientras un cuarto avión disparaba por sorpresa. Los alemanes comenzaron a temer más a los pilotos mujeres que a los hombres, porque siempre les jugaban una nueva treta. Cuando comandantes de la Fuerza Aérea decidieron finalmente que algunas mujeres pilotos combatirían junto a sus colegas hombres, hubo mucha resistencia, pero finalmente Lily Litvak, quien luego se convirtió en la legendaria "Rosa Blanca de Stalingrado", logró imponerse.

Era una magnífica y bella mujer que dibujó en el cristal de su avión de combate una rosa blanca. La leyenda cuenta que Litvak recogía flores silvestres para llevarlas durante los ataques. Los alemanes le temían tanto que fue necesaria una misión de ocho Messerschmitts para tenderle una emboscada y abatirla. Había derribado 12 aviones. Su cuerpo y su avión nunca fueron encontrados, pero en Petrogrado hay un monumento de mármol a su memoria con 12 estrellas de oro. Tenía 22 años cuando murió. Otras mujeres héroes fueron Katya Ryabova y Nadyz Popova, quienes llegaron a realizar hasta 18 incursiones en una sola noche. Cuando la guerra terminó regresaron a sus aldeas, donde les esperaban las familias o lo que había quedado de ellas, pero todas aseguran que aquellos fueron los tiempos más bellos de su vida. Marina Raskova no pudo escribir sus memorias. En 1943 fue destinada al frente y murió en combate. Sus cenizas están enterradas en la Muralla del Kremlin

 

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